Discusión guiada
Consiste en el desarrollo de un tema en un intercambio informal de ideas, opiniones e información, realizado por el grupo de alumnos conducidos por otro alumno que hace de guía e interrogador (el director). Se asemeja al desarrollo de una clase, en la cual hace participar activamente a los alumnos mediante preguntas y sugerencias motivantes.
Para que la discusión guiada o debate se dé el tema debe ser polémico, que se pueda analizar desde diversos enfoques o interpretaciones.
Ventajas:
• Es una técnica de fácil aplicación.
• Puede usarse en variadas circunstancias.
• Permite involucrar al alumno de manera activa en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
• Auxiliar para el desarrollo del pensamiento crítico.
• Útil para iniciar a los alumnos en las técnicas más complejas como el debate, simposio, panel y jornadas.
Desventajas:
• No es aplicable en grupos de 30 alumnos o más.
Cómo se aplica:
1. El director (con ayuda del profesor) del debate previamente elabora un plan de preguntas que guíen la discusión.
Los alumnos deben conocer el tema con suficiente anticipación como para informarse o investigar por sí mismos y así poder intervenir con conocimiento en la discusión de una lectura, conferencia, película o demostración.
2. Elegido el tema del debate, el director, auxiliado por el profesor, prepara el material de información previa (bibliografía, fuentes, etc.) y lo comunica a los alumnos, instruyéndolos sobre su manejo y posterior aplicación en el debate.
Prepara las preguntas más adecuadas para estimular y conducir la discusión, preguntas bien formuladas que lleven a la reflexión.
Cada pregunta central llevará unos 15 minutos de discusión, dentro de los cuales se harán preguntas para esclarecer y guiar el desarrollo.
Distribuir a los alumnos en un círculo o semicírculo, de manera que puedan observar y ser observados por todos.
3. El profesor-facilitador hace una breve introducción al tema, da instrucciones generales y estimula el interés con un breve comentario inicial.
4. El profesor-facilitador formula la primera pregunta e invita a participar. En caso de que nadie responda, el director puede estimular las respuestas por medio del recurso de la "respuesta anticipada", que consiste en contestar uno mismo insinuando algunas alternativas posibles. Esto permite que los alumnos acepten o rechacen las sugerencias, con lo cual comienza el debate.
5. Una vez que la discusión esté en curso, el director la guía cuidando de no ejercer presiones, controlará la participación de los alumnos más activos para que no acaparen la actividad y animará a los más tímidos.
Es probable que en ocasiones el debate se desvíe del objetivo central. En estos casos es responsabilidad del director (auxiliado por el profesor) hacer un breve resumen de lo tratado y reencausar la actividad hacia el tema central mediante alguna nueva pregunta.
El profesor-facilitador prestará atención no sólo al desarrollo del contenido que se debate, sino también a las actitudes de los alumnos y detalles del desarrollo del proceso de grupo.
Admitirán todas las opiniones, puesto que ninguno debe sentirse rechazado o menospreciado.
6. El director sacará conclusiones.
7. Un participante hará una síntesis que, en ciertos casos, podrá ser registrada por todos los alumnos.
8. Se entregará a los alumnos fotocopias de las conclusiones finales, para que no tomen apuntes durante la actividad.
Sugerencias:
• El debate dirigido puede lograr buenos resultados en sesiones de 30 a 40 minutos.
• El grupo no debe sobrepasar los 30 alumnos.
• Puede utilizarse todo tipo de ilustraciones y apoyos audiovisuales.
• No conviene que los alumnos tomen notas escritas, pues distraería su atención en el debate.
• Deben evitarse las preguntas que puedan contestarse con "Sí" o "No", pues no propician la discusión.
• El tema debe ser polémico, no se buscan respuestas fijas, aprendidas de antemano, sino interpretaciones y elaboración que desarrollen la reflexión, el discernimiento y el pensamiento crítico.
• Lo más importante, no es obtener la respuesta que se desea, sino la reflexión y las respuestas propias del grupo, que servirán al profesor para conducir los razonamientos hacia los objetivos buscados.
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