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Técnicas didácticas / centradas en el profesor

 

La clase expositiva

Los objetivos de la técnica expositiva son la transmisión de conocimientos, ofrecer un enfoque crítico de la disciplina que conduzca a los alumnos a reflexionar y descubrir las relaciones entre los diversos conceptos, formar una mentalidad crítica en la forma de afrontar los problemas y la capacidad para elegir un método para resolverlos.

Desafortunadamente la práctica docente suele olvidar los dos últimos puntos y se centra en la transmisión de conocimientos, es decir, en impartir información.

Ventajas:

• Permite abarcar contenidos amplios en un tiempo relativamente corto.

• Es un buen medio para hacer accesibles a los estudiantes las disciplinas cuyo estudio les resultaría desalentador si las abordaran sin la asistencia del profesor.

• El profesor puede ofrecer una visión más equilibrada que la que suelen presentar los libros de texto.

• En ocasiones es un medio necesario porque existen demasiados libros de una materia, y otras veces porque hay muy pocos.

• Algunos estudiantes suelen aprender más fácilmente escuchando que leyendo.

• Ofrece al estudiante la oportunidad de ser motivado por quienes ya son expertos en el conocimiento de una determinada disciplina.

• Facilita la comunicación de información a grupos numerosos.

Desventajas:

• Exige excelentes expositores.

• Exige un gran dominio de la materia.

• Refuerza la pasividad del estudiante.

• No desarrolla el pensamiento crítico del alumno.

• Puede favorecer el desinterés del alumno y por lo tanto la inasistencia a clase.

Cómo se aplica:

1. El primer paso es determinar claramente los objetivos.

2. Después es preciso seleccionar los contenidos, tomando en cuenta el nivel y los conocimientos previos de los estudiantes, así como el tiempo del que se dispone para ofrecer la clase. Es importante adecuar el ritmo de aprendizaje a lo largo del curso según la dificultad de los diversos conceptos y principios.

Los contenidos no deben ser presentados de forma abstracta. Los estudiantes necesitan de manera especial ilustraciones y aplicaciones que los apoyen a relacionar un conocimiento nuevo con conocimientos y experiencias previas.

3. La introducción de la clase se debe plantear de manera que capte la atención, puede ser en la forma de preguntas o breve exposición de una problemática. Puede ser útil repasar brevemente lo expuesto los días anteriores y cómo se estructura la continuación de una forma lógica, ayudando a recordar en el punto en que se dejó la materia.

4. A partir de la introducción, se desarrolla la exposición. Es responsabilidad del docente mantener alto el nivel de atención. Un buen profesor hará uso de anécdotas y ejemplos ilustrativos y de ilustraciones visuales. O bien, trazará imágenes en el pizarrón que permitan a los alumnos seguir el argumento; asimismo variará el ritmo haciendo una pausa antes de pronunciar afirmaciones importantes, levantando la voz y hablando de modo más sobrio para dar énfasis.

El profesor debe atender otros aspectos, como son la comunicación verbal y no verbal, el cuidado de la voz, las pausas. Es decir, es indispensable prestar atención al nivel de comunicación que se produce en la clase, pues el profesor debe ser un buen comunicador.

5. No sólo la exposición oral tiene que ser prevista y organizada, sino también los apoyos visuales. Un grave error es que las diapositivas, Power point, o las láminas de acetato del proyector den imágenes demasiado pequeñas para ser vistas con claridad por la mayor parte de los estudiantes. El trazo de los dibujos en el pizarrón debe ser sencillo y las letras deben ser lo bastante grandes para poder leerse.

6. El docente debe terminar su exposición haciendo una síntesis en la que enfatice los aspectos sobresalientes de su intervención.

Sugerencias:

• No abusar de esta técnica.

• Recordar al preparar la clase que lo que aburra al profesor aburrirá a los alumnos.

• Partir de notas, aunque no se debe tener por escrito porque la clase puede convertirse en un fastidioso e interminable dictado.

• Enfatizar y resumir periódicamente, lo que facilitará la comprensión de su exposición por parte de los alumnos.

• Mantenerse en un lugar visible, dirigir la vista y la voz hacia todo el grupo.

• Utilizar un lenguaje claro y con un volumen adecuado.

• Utilizar ejemplos conocidos y significativos para los alumnos.

• Saber usar el pizarrón.

• La clase expositiva debe complementarse con asesorías para brindar una enseñanza personalizada.