• Establecen un conocimiento profundo en los estudiantes.
• Identifican áreas de confusión.
• Permiten al estudiante autoevaluar su nivel de aprendizaje.
• Determinan los estilos de aprendizaje de los estudiantes.
• Apoyan en la construcción de capacidades y habilidades específicas.
• Proveen retroalimentación a corto plazo en el proceso de enseñanza y aprendizaje cotidiano cuando todavía se pueden realizar correcciones.
• Proveen información valiosa sobre el nivel de aprendizaje del estudiante con una menor inversión de tiempo comparado con las pruebas u otros medios tradicionales de evaluación del aprendizaje.
• Fomentan la perspectiva de la enseñanza como un proceso formativo.
• Apoyan a los estudiantes para que puedan monitorear su propio aprendizaje.
• Ayudan a romper con sentimientos de anonimato, particularmente en grupos grandes.